martes, 8 de abril de 2014

Dans le Pay d´Hivern




 ..."Creo que me di cuenta de que lo nuestro iba a acabar cuando cierto jueves en que yo viajaba a Barcelona se sucedieron una serie de cuasi-catastróficas casualidades; un teléfono sin batería, un sms malinterpretado y, al día siguiente, una conversación en un bar que no condujo a nada que no fuera una breve y frágil reconciliación… Me di cuenta de que ella me necesitaba, necesitaba aquello, y no estaba dispuesta a que aquella necesidad se prolongara en el tiempo. Nada que reprochar, yo tampoco llevo nada bien necesitar a nadie. Tan solo 3 días después, lo nuestro se fue por el retrete y por una vez, y sin que sirva de precedente, esta vez no fui yo quien tiró de la cadena"...

Extracto de Reflexiones del Cuaderno Gris. 
Escrito en algún momento de 2011 en algún lugar de Saint-Jerome ( o por ahí)
Fotografía: "Sainte-Adéle à le printemps" 

martes, 11 de febrero de 2014

Te Follaría de Aquí Al Cielo

Te follaría de aquí al cielo por los besos,
la sonrisas desde el umbral y la lengua apresurada.
¿Seguirás trenzando suspiros con tu mano en la entrepierna, en aquel bar?
Te follaría de aquí al cielo
en ese hotel donde cantaban los pájaros nocturnos.
El agua al otro lado de la ventana, los susurros, la piel (aún) por descubrir.
Te follaría de aquí al cielo cada vez que suena el timbre
y la realidad se va por el desagüe.
El sol en aquella terraza y el sabor del vino en tu boca.
Te follaría de aquí al cielo y te mordería las alas si eso te hiciera quedarte en tierra.



miércoles, 16 de octubre de 2013

Hoy nos cruzamos

Hoy nos cruzamos. Pero no creas que esto va de ti, lo único que hicimos siempre fue jugar a medias.
Hoy nos cruzamos. Sigues siendo rara de catalogar. Esto es lo que hizo siempre que fuese difícil frenar.

Pero no me vengas con esas ahora. Olvídate de mí porque la verdad, es que he conocido vicios mejores en los que reincidir. Placeres más cercanos a los que volver que al sexo solo para dos pijamas vacíos o los cigarrillos como excusa para no hablar.

Hoy nos cruzamos. Pero un final a medias es mejor que continuar a medio gas y sin pisar el acelerador.
Hoy nos cruzamos. Y ya no fue necesario girar la cabeza. Mejor me lo guardo para mí.

Pero no me vengas con esas ahora. Olvídate de mí porque la verdad, es que he conocido vicios mejores en los que reincidir. Placeres más cercanos a los que volver que al sexo solo para dos pijamas vacíos o los cigarrillos como excusa para no hablar..



jueves, 3 de octubre de 2013

Meditation

El aire quema como metal fundido y trae ecos del pasado. El poeta, en una ejercicio absurdo de cinismo, se ríe entre dientes mientras mira de reojo. Trae bajo el brazo un calendario.
Las aguas, mansas y sutiles de este océano se revuelven inconexas como mecidas por un dios rencoroso que no olvida ciertos segundos vividos contigo.
Me asomo a la ventana por ver si vuelves y tal vez a quien aspiro a ver es a mi unos años atrás.

martes, 24 de septiembre de 2013

Reversible


Si vuelves la casa estará vacía. Siempre supiste que no iba en serio.
No habrá deseo en la encimera, ni avispas en las tripas.
Otras vendrán, que harán la vida reversible.Por si vuelves de madrugada.
Otras vendrán, que me querrán como a un gato.
Si vuelves el bosque estará quemado. Nunca entendí el amor a medias.
Las hadas estarán empaladas, marcando el camino a tu guarida.
Otras vendrán, que harán la vida reversible. No hay bien que cien años dure.
Otras vendrán, que me querrán unas horas.



domingo, 8 de septiembre de 2013

Love & Hate

De regreso a casa, cierta sensación de confianza me invadió. La luz de los fluorescentes del techo estiraba las sombras y recreaba una atmosfera pesada y opaca. Ella seguía en el mismo lugar dónde la hubiera dejado semanas atrás: acodada en la barra de un bar, mirando distraída cierto programa de televisión con expresión divertida.
—Hola —saludo desde la ambigüedad de una actitud estudiada—. Había una bonita luna, ¿verdad?
Asentí mansamente. Me tendió un paquete de parches de nicotina mientras me guiñaba un ojo.
—Se te ha echado de menos —mentí.
—Siempre has tenido tanta memoria como cara.
Hubo un par de segundos que ella relleno con un Martini en su punto óptimo de mezcla y en algún lugar, un labrador de pelo cobrizo ladraba en la distancia. Como una mosca entretenida en un parterre, me distrajeron las finas arrugas que se formaban bajo sus ojos.
—Estás raro esta noche —dijo—. Más raro que de costumbre, quiero decir.
—Creo que me he enamorado de ti.
Un breve instante de sumisa atención se quedó flotando entre nosotros. Y justo cuando una delicada sonrisa se formaba en su boca, me miró con gravedad.
—¡Oh, Dios! ¡No estás bromeando!
—No —respondí y por alguna extraña razón que no adivinaba a conocer, creí conveniente acariciar su mano enlutada para dar vehemencia a mi asentimiento.
Sus ojos tenían un velo funesto y desde algún lugar, dolorosamente cercano al pequeño lugar donde guardaba el pedazo de alma que una vez me había mostrado, una mueca de decepción brotó para reclamar (casi para implorar) la eterna pausa que siempre  deberíamos haber sido.
—¡Joder! No me haga esto… ahora no.
—¿Ahora? ¿Ha habido algún momento adecuado? Quiero decir…
—Sé que quieres decir. Déjalo ahí.... Dejémoslo ahí. De verdad.
Sin saber muy bien por qué, deseé besarla ahora más que nunca. .
—Nunca me ha gustado toda esa morralla dialéctica dedicada a controlar nuestros pasos. ¿No eras tú quien prefería amar a querer? Vale, pues te amo. Para mi desgracia. Incluso, con un poco de tu ayuda, podría, bueno, estoy seguro… llegar a hacerlo del modo en que tú quieres. De un modo menos, futuro, menos… “nuestro”… Menos de ese modo en que siempre nos quedábamos a medias… ya sabes a que me refiero, ¿no?... ¿Cómo quieres que te quieran…? Creo que me estoy enredando con las palabras… ¡Oh, vaya! Esto empieza a ser un tanto extraño…
No hubo tiempo para más. El reloj bramó desde el otro lado de la realidad y mi sueño dentro de un sueño, mi pequeño fractal de irrealidad se destrozó contra los restos de una noche de brujas tenue y abigarrada.








“Ach! Odio-amo soñar contigo”

sábado, 31 de agosto de 2013

(Una Bonita) Dicotomía

Y te masturbas puesto de caballo.
Te dejas la piel en cada palabra.
El mar se hincha y tú te dejas llevar.
Respiras el aire que ella inhala.
Arrancando esquirlas de alma en cada beso.
Tú tenías una escalera y yo quería creer.
El tiempo pasaba deprisa.
Las chicas se iban, sin mirar atrás.
Por casualidad subimos al mismo autobús.
Aquella tarde en que nevaba ceniza.
Por si regresas aquí tienes aquel tiempo.
Los ojos rasgados, el pelo revuelto.
Cazábamos sueños con tirachinas.
Este es el verso 14 y aún no te echo de menos.