Por las noches en el jardín y los besos en el asiento trasero.Por las alas y las ganas de volar. Los relojes y los senderos.
Los vasos vacíos y la compañía de la sal.
Os pienso pero sobre todo me pienso. Os deseo pero sobre todo añoro la tersura de la juventud es vuestra piel.
Por la luna puta y el lápiz de labios. Por la distante estructura que se adivinaba en vuestra clavícula.
El canto de los grillos y el rumor de calles vacías...
y lo demás pertenece al terreno de lo yermo y estéril.
Pero ahora si me disculpáis iré un momento al baño, porque he de llamar a las chicas fáciles para olvidar vuestras bocas y vestidos de verano. Oh, sí. He de llamarlas para que vengas subidas a su pretenciosa actitud y se dejen los tacones en la entrada de mi piso.
Sí, he de llamar a las chicas de sonrisa sencilla y las bragas en la mano, porque algo me debe de hacer olvidar que os quise aunque fuese a medias.
No lloro por ti,
no lloro por ti,
lloro por lo mucho que quería este momento,
aquí estás tú de rodillas y me importas un pimiento.
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