martes, 7 de abril de 2009

Cigarrillos y pizzas precocinadas

El tipo del sombrero rojo regresó al lugar del crimén. Encendió un Lucky Strike y se palmeó el mentón con aire condescendiente. Alzó la mirada al cielo encapotado y se sumió en sus pensamientos. Visto desde lejos, parecería un halcón herido tratando de alzar el vuelo. Estaba tan acostumbrado a perdonarse que le resultaba incomodo buscar un culpable. Por qué esta vez quien amartilló la 9 mm fue él.
A menos de medio kilometro, en el depósito en el que ahora es su casa de soltero irredento, el cuerpo de su último intento de ser feliz permanece aún caliente. Si acercaras la nariz sobre la fría mesa y retiraras la sabana que le cubre, aún podrías oler el perfume de ella. El tacto de sus labios en las yemas de los dedos tiene un eco sordo y el calor de las sabanas se fundió en su piel y unos pequeños moratones con forma de divertidos trazos informes se había tatuado en sus brazos. Con la polla ahora flácida, ridiculamente colgando hacia su izquierda y el olor a esperma todavía fluyendo en el cuarto, parece un muñeco arrojado a la playa después de un naufragio.
El tipo del sombrero rojo oculta su mirada en el suelo cuando piensa en ella. Era tan bonita que dolía y sus besos son todavía metralla que le quema en la delgada piel con que recubre su alma empeñada. Eran como el papel y el fuego pero, ella no tenía tiempo y el había olvidado el reloj en la mesita de noche, junto a la silueta de tiza de su ex mujer que presidía la que una vez fue su feliz habitación matrimonial. Ahora los platos precocinados inundarán la cocina, y el olor de la soledad se mezclará con la ceniza que rebosa de los ceniceros y le mesará los cabellos.
Ebrio de recuerdos, retira el cabello alborotado de ella del velo de sus ojos y escupe en memoria de otro bonito cadaver con que adornar las noches con desconocidas.
Y es que el tipo del sombrero rojo sólo ama cuando sabe que no le amaran. Es su manera de protegerse del frío verano que se acerca en el horizonte.

3 comentarios:

  1. Porque me sonará a lo que me suena cada palabra...será el tiempo o el viento fresco en una primavera asfixiante.

    Besos muchos Tito.

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  2. No es una forma de protegerse, es una forma de ser.
    Vuelves al negro, interesante
    Beso, me alegro de verte

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  3. Rata, ¿qué puedo decir? Somos lo que somos. A mí también me alegra leerte.

    Meychan, es que tú y yo somos de la misma (mala) sangre. Un beso gordo y casto.

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