miércoles, 22 de abril de 2009

¿Dónde estabas tú en el 92? II

Carol era guapa con ganas. Era rubia y siempre la conocí con el pelo muy corto. Tenía una sonrisa que te emborrachaba cuando la mirabas más de dos segundos seguidos y unos ojos tan verdes que parecía mirarte desde el otro lado del mar dónde había nacido. Yo solía dormir en su cama una o dos veces por semana. Nos conocimos en un café cerca de La Casa Batllò. Yo leía a Borgues y ella debió preguntarse como un melenudo con zapatillas rotas por la suela y aspecto de haber salido de la peor zona de la ciudad tenía semejantes gustos literarios. Nos acostamos aquella misma noche. Me dijo que era américana y que llevaba dos años en Barcelona como ejecutiva de una multinacional yankee y que aquello era cuanto iba a saber de ella. Pasamos el fin de semana en la cama y el lunes, al regresar de su trabajo, me llevó de compras. Me regaló dos pares de camisas, unas Converse y me dio las llaves de su casa.
Ella me presentó a Tico unas tres semanas después. No recuerdo nada de aquella tarde, excepto que era lunes y llovía a mares. Eso y que Carol llevaba un traje chaqueta rojo y durante todo el trayecto hasta el B&J montados en el taxi yo no dejé de mirarle las tetas (los dos estabamos un poco colocados). Entramos en el bar y me vendió como el guitarrista que debían tener en aquella banda. Yo miré a Tico y él me miró y me señaló el escenario. Aquel tipo desgarbado con aros en las orejas y siempre vestido de cuero, al que más tarde llamaría hermano, se limitó a mirar mi camiseta de Maiden y hacer un comentario despectivo sobre ello. Me indicó el escenario y me pidió que tocara algo. No tengo muy claro porque me eligió, destrozé la intro de Hotel California y me quedé atascado en un par de notas del solo de Killer Queen, pero cuando acabé me dijo que se trabajaba de jueves a domingo y la paga eran 12000 pelas por noche. Después me invitó a tequila y me dio la bienvenida a la banda mientras hablaba de él. Era neoyorkino, aunque no podía renunciar a sus antepasados portoriqueños por mucho que lo intentará y llevaba casi 10 años en España. Tres de ellos como orgulloso propietario del bar y el doble como cantante de la Tico Blues Band. Durantes esa semana estuve ensayando con ellos y tocamos el jueves. Haciamos versiones de BB King y Earl Hoocker y parodiabamos a los Blues Brothers vestidos de traje negro. El domingo, al acabar, se acercó a mí y me tendió un disco. Era Astral Weeks de Van Morrison. De regreso al piso de Carol, y tras follar, ella se largó a currar y yo pusé en el disco en el equipo del salón y un nuevo mundo se abrió para mí.

3 comentarios:

  1. jaja... tocabas algun instrumento en particular o cantabas??? lo mejor es q te aceptaran asi tan rapido despues de quedarte "atascado", me muero de la risa, era para verlo, serias un pimpollo melenudo (seguro estabas supersexi, con razon la americana era como tu protectora)

    ahhh...

    Ally_trekking =)

    ResponderEliminar
  2. Menudo (melenudo) zorro...no diré lo que pienso porque pensaría lo que digo.

    Beso - Tito.

    ResponderEliminar
  3. Pues si de algo le debes a ese tipo, es que te presentara a Van Morrison!

    Besicos

    ResponderEliminar